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Alimentos deshidratados: una tradición mediterránea

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Desde las plantas aromáticas hasta la carne o el pescado, los alimentos deshidratados forman parte de nuestra dieta habitual. A veces los consumimos sin ser del todo conscientes de ello, puesto que la deshidratación de los alimentos es algo propio de nuestra cultura gastronómica.

Los alimentos deshidratados son, ni más ni menos, que el resultado de una de las técnicas de conservación alimentaria más antigua. Y es que desde que el ser humano comenzó a cultivar y almacenar alimentos, buscó métodos para que perduraran en buenas condiciones el mayor tiempo posible.

Las aceitunas deshidratadas que producimos en Atalaya Agroalimentaria son un ejemplo, actual y fruto de la innovación, de una tradición gastronómica que se extiende durante miles de años. Por eso le dedicamos este post. Acompáñanos para conocer aún más sobre esta técnica de conservación alimenticia que hemos mejorado gracias al desarrollo tecnológico.

Qué son los alimentos deshidratados

Un alimento deshidratado es aquel al que le ha sido extraído todo el agua –o gran parte de ella– para alargar su vida útil. Al eliminar la humedad, se evita que proliferen los microorganismos que llevarían a malograr el alimento.

Prácticamente podemos encontrar deshidratados todo tipo de alimentos: plantas y flores; semillas y cereales; legumbres; bulbos y hongos; frutas, verduras… Incluso carne y pescado. La mayoría de estos alimentos pueden consumirse directamente deshidratados –como nuestras aceitunas. Otros, por su parte, pueden rehidratarse para ser consumidos,

Hay numerosas formas de deshidratar un alimento. Una de las más antiguas y ligadas a nuestra gastronomía es la salazón. Tal y como indica su nombre, esta técnica consigue el deshidratado parcial del alimento mediante la sal que, además, refuerza su sabor y actúa como agente antibacteriano.

En la gastronomía mediterránea, la salazón tiene un fuerte arraigo. Existen evidencias de carne en salazón en el antiguo Egipto, siendo esta técnica muy utilizada en toda la costa para conservar pescados como el bacalao, el atún, la melva y la corvina. La cecina, la panceta o el jamón son otros ejemplos de alimentos en salazón propios de nuestra cultura gastronómica.

Técnicas de deshidratado de alimentos

La salazón es sólo una de las múltiples vías para eliminar la humedad que posee un alimento. De todas las que existen, quizá la más antigua es el secado al aire libre, tanto en la sombra como en el sol. Esta técnica se basa en el principio de evaporación del agua, algo que también se consigue con el ahumado y con el secado en hornos.

En el ámbito industrial, encontramos otras técnicas como el liofilizado que consigue la eliminación del agua mediante el congelado del alimento. Asimismo, gracias a los avances tecnológicos, cada vez contamos con maquinaria más precisa y eficiente a la hora de deshidratar alimentos.

Por ejemplo, en Atalaya Agroalimentaria poseemos una técnica patentada con cuyo proceso las aceitunas consiguen mantener todas sus características organolépticas y nutricionales, algo que no ocurre en otros procesos de secado.

Ventajas de la deshidratación de alimentos

La principal ventaja que ofrecen los alimentos deshidratados es, precisamente, su tiempo de conservación. Dependiendo del alimento y del método de envasado, el tiempo de conservación puede ir de los 3 meses hasta superar el año. Por ejemplo, en el caso de nuestras aceitunas deshidratadas, que se conservan en una atmósfera modificada, conservan todas sus propiedades durante 12 meses.

En el ámbito de la industria alimentaria, optar por ingredientes deshidratados reduce los costes de transporte, almacenaje y manipulación. Incluso minimiza el impacto ambiental respecto a otros métodos de conservación de alimento –como por ejemplo la salmuera.

En el caso de las frutas y verduras, como nuestras aceitunas deshidratadas, se convierten en verdaderos snacks saludables cuyos sabores se ven potenciados gracias a la concentración del alimento. Asimismo, se convierten en un aliado para excursiones y viajes por su fácil transporte y buena conservación.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Maria S

    En Panamá nos gusta mucho la fruta por ello, podemos encontrar productos como piña, mango, guineo deshidratados lo cual biene muy buen cuando quieres degustar el sabor de la fruta en cualquier lugar…Saludos!

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